Identificación de Necesidades y Potencialidades.
Fíjense
en la comunidad investigada no sólo se visualiza problemas, sino también sus
potencialidades para poder determinar muy bien lo que se quiere investigar; una,
para buscar solución y otra, para aprovechar los aportes positivos.
Se
debe describir la manera de conocer las necesidades con técnicas e instrumentos
acordes. Se puede hacer referencia de los informantes claves, estas
son las personas que aportan información.
Aquí
se menciona problemas/necesidades y los jerarquiza según los criterios para tal
efecto, según el proyecto y el tema generador del mismo. Debe existir
concordancia del problema prioritario con el contexto de la realidad o el
problema a abordar.
Toda
comunidad u organismo tienen infinidad de problemas y potencialidades. Una
herramienta útil para ello es utilizar la matriz FODA, que según su acróstico
se refiere a Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. “Es una
herramienta de análisis que puede ser aplicada a cualquier situación,
individuo, producto, empresa, etc., que esté actuando como objeto de estudio en
un momento determinado del tiempo.” (Juárez, R. 2014. p. 1). Es una radiografía
que sirve para analizar una determinada situación y tomar la decisión para
mejorar la situación actual para el futuro.
También
existe la técnica de la observación, lo observado se va registrando en
cuadernos de notas, instrumentos de recolección de información o en algún
dispositivo. Se realizan entrevistas para tener información idónea y efectiva.
Existen
variedad de maneras de recoger datos, teniendo en cuenta que es menester
señalar la temporalidad de los hechos, por cuanto no es igual observar un hecho
en un determinado momento, que en otro; algo importante es el tiempo en que se
ejecuta la recolección de información.
Después
que se identifica los problemas y las potencialidades, se jerarquiza. Existe
diversidad de criterios para priorizar problemas: Magnitud (frecuencia). Gravedad (severidad). Vulnerabilidad (modificable). Incremento (Estabilidad o
no). Viabilidad (posibilidad real
de solucionarlo). Recursos. Impacto (trascendencia).
Luego procedemos a trabajar
con cada criterio conjuntamente con la comunidad estudiada y de ahí vamos
descartando los menos relevantes y seleccionar de manera objetiva el problema.
Por lo tanto, se elabora el documento tomando en consideración la realidad que coexiste
en la comunidad, organismo o institución en estudio. Estos indicadores demuestran la prioridad o no del problema.
Otro forma de priorizar, está
la teoría del consenso cultural de Romney, Weller y Batchelder (1986) citado
por Hoddinott, J. (2003), “está basada en la idea en que informantes que están
de acuerdo entre sí acerca de algún ítem de conocimiento cultural tienden a
saber más acerca del dominio que los informantes que están en desacuerdo entre
sí” (p.70). Esta teoría se fundamenta en el dominio que tengan de la situación
los entrevistados y los investigadores, para luego ponerse de acuerdo sobre el
problema a abordar.
El investigador va asumiendo
su rol en la medida que internaliza cada paso, cada momento, cada etapa de su
proyecto.